‘Intimidad’, cómo un solo vídeo puede cambiar toda una vida

Intimidad
‘Intimidad’, nos hace reflexionar sobre la delgada línea que hay entre la vida pública y privada.

‘Intimidad’, la nueva apuesta de Netflix producida por Txintxua Films. Una serie que cuenta con ocho capítulos, rodada en El País Vasco y creada por Laura Sarmiento (‘Matadero’, ‘La Zona’) y Verónica Fernández (‘Caronte’, ‘Hache’). Disponible en la plataforma desde el 10 de junio.

Un video sexual de Malen (Itziar Ituño), una política con un gran futuro por delante, se filtra a la prensa. Esta situación sirve como detonante a una historia que narra la vida de cuatro mujeres las cuales se ven forzadas a pisar la delgada línea entre lo que pertenece a la vida pública y a la privada.

¿Dónde se delimitan los límites de nuestra intimidad? ¿Qué pasa cuando no tenemos nuestra propia intimidad? ¿Cuándo nuestras cuestiones más personales se ponen en boca de todo?

‘Intimidad’ hace que como espectadores nos cuestionemos todas estas causalidades de la vida y que, reflexionemos al respecto. La serie da voz a una situación de lo más complicada. Por irreal que parezca, ha pasado y cada vez pasa más, la violación de la propia intimidad. Tan solo en el primer capítulo, la propia Itziar Ituño en voz de su personaje expresa el quid de la cuestión. En estas situaciones, cualquier contenido que viole la intimidad de una persona y por tanto sea comprometido, va a perseguirle y definirle de por vida a ojos de la gente.

‘Intimidad’, la nueva serie de Netflix que precisa visibilidad

Uno de los grandes aciertos de la serie, es sin duda su guión. No solo trata esta situación desde el punto de vista de una persona mediática, sino que también adentra al espectador en otras realidades como la de Ane (Verónica Echegui). La trabajadora de una fábrica que acabará tomando la decisión más desesperada.

El mundo actual en el que vivimos donde todos o la gran mayoría compartimos nuestra vida en las redes sociales, estamos en la boca del cañón de esta delgada línea. La serie pone voz a ésta problemática que cada vez es más seria y, a su vez, aboga por la importancia de ponerle freno.

A coalición con la violación, donde en el caso de la serie todas las víctimas son mujeres, se trata la cosificación de la mujer. Como muchos hombres o como diría la generación Z por twitter: onvres, ven a la mujer como un objeto sexual y fácil de conseguir. Un factor que consigue expresar muy bien en todas sus tramas donde entrelaza a los personajes para que se ayuden entre ellos. Toda unidas con el mismo fin: sacar a la luz la verdad y poner el freno.

Localizaciones, fotografía y reparto de lo más acertado

Uno de los factores que nos dejarán ensimismados a la pantalla es la belleza de todas las localizaciones escogidas y por supuesto, su fotografía. Una serie que juega mucho con los reflejos para mostrarnos la acción que sucede en pantalla, los travellings que consiguen adentrarnos en el mundo de las protagonistas y, los planos con dron muestran lo precioso que es el País Vasco.

Un reparto coral, donde brilla el talento en todas sus intérpretes, y donde a mis ojos, destaca sobre todo la actriz Patricia López Arnaiz. Su personaje Bego, la hermana de Ane, juega un papel entre el descubrimiento y el entendimiento, el odio y la rabia.

Así que nada más que añadir, a esta gran apuesta de Netflix. Eso sí, no seáis impacientes porque este complejo dramón necesita que tengáis paciencia para ir comprendiendo todas y cada una de sus tramas. Os aseguro que la paciencia valdrá la pena.

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