Vitoria, 2019. Los cadáveres de un chico y una chica de veinte años aparecen desnudos en la cripta de la Catedral Vieja. Unai López de Ayala (Javier Rey), un inspector experto en perfiles criminales, debe cazar al asesino ritual que lleva aterrorizando a la ciudad desde hace dos décadas. La sucesión imparable de crímenes y una investigación policial, encabezada por la subcomisaria Alba (Belén Rueda), llevará al límite a todos, tanto a nivel profesional como personal, enfrentándolos a un asesino camaleónico y despiadado que podría estar más cerca de lo que creían. Prepárate porque viene ‘El Silencio de la Ciudad Blanca’…
El silencio de la Ciudad Blanca es la primera entrega, seguida de los títulos Los Ritos del Agua y Los Señores del Tiempo , trilogía escrita por Eva García Sáenz de Urturi . Daniel Calparsoro, ya conocedor de este género (El aviso, Cien años de perdón), nos muestra las dos caras del ser humano. Su lado más humano y al mismo tiempo su propio antagonista. Juega a dos bandas durante toda la película dejándonos con sentimientos que van desde el deseo hasta la repulsión en muchos instantes. Aunque no sólo nosotros, también juega con la mente de los propios personajes , que los lleva al límite para mostrarnos la verdad más personal de cada uno de ellos.
‘El Silencio de la Ciudad Blanca’ el director juega a dos bandas
En cuanto a los actores, Javier Rey lleva el peso de la película. Consigue darle al inspector Unai una seriedad llamativa que arrebatará a todos los espectadores. En cambio, Belén Rueda le dará un punto más cautivador y firme . Una buena elección ya que finalmente nos pondremos en espera hasta donde sea capaz de llegar con el vigor de sus personajes. Respecto a Aura Garrido, es un personaje simple al cual le intentan dar mucha trama pero este motivo es una desventaja.
Al tener tantos frentes abiertos y siendo un personaje secundario, hace que quede minúscula en la pantalla que podría haber sido sustituida perfectamente. Desde luego, no es su mejor papel. Por último, Manolo Solo, lograr convertirse en un hombre meticuloso y macabro al que no estamos acostumbrados a ver.
Que la película esté basada en una novela juega en su contra, y es que Calparsoro intenta meter todas las tramas posibles del libro en el film. Te presenta varios tramas que deja en el aire, te presenta a muchos personajes que van y vienen sin ser claves en la historia,… Todo esto acaba de pasar al espectador y provoca confusión en muchas situaciones. Cuando acaba la película estás desconcertado porque no sabes si los frentes abiertos se los guarda para la segunda parte (si se hace) o si los ha dejado en el aire. En sus dos horas de largometraje es incapaz de explicar todas las tramas que ha ido abriendo a lo largo de la película, o los procesos policiales que han llevado a cabo en algunos casos determinados o incluso la unión de unos personajes con.
Como todas las adaptaciones… cuenta con demasiados acontecimientos
El clímax de la película es una proeza. Estás deseando que llegue y cuando lo hace no te decepciona, lo eleva por todo lo alto y consigue que te quedes atrapado en la butaca sin poder despegar los ojos de la pantalla porque no te crees lo que estás viendo. Además, en esas escenas se dan a relucir la fuerza de cada uno de los personajes y de cómo los actores lo llevan al límite, sobretodo Belén Rueda que sorprende una vez más.
En relación a la fotografía, nos muestra los mejores paisajes de toda Vitoria, contando con sus calles e incluso la montaña, pero la luz de fondo muchas veces se interponía entre los personajes. Finalmente llegaba a ser incómodo en algunas situaciones, sobretodo en las grabaciones de exteriores donde interferían farolas, luces de policía,…
Desde luego Daniel Calparsoro ha hecho una virtuosa película con la que no dejarás el nerviosismo a un lado debido a la cantidad de acontecimientos que ocurren continuamente. Un film que esperemos que continúe y complete la trilogía de esta interesante historia.